4 de marzo de 2022
Mantener tu paz en tiempos de guerra
4 de marzo de 2022
Noticias
¿Sucedió acaso algo diferente?
Llevamos mucho tiempo enfrentados y en guerra. Aunque ahora miremos con atención lo que ocurre entre Ucrania y Rusia como algo sorprendente y novedoso, lo cierto es que tenemos conflictos activos en Irak, Yemen, Siria, Afganistán, Sudan del Sur, Malí, Níger, República Centroafricana, Palestina, Camerún, Etiopía, Mozambique, área de Sahel, Sahara Occidental, y un largo etcétera.
La realidad siempre es una ficción que modifica tu energía. Nunca hemos estado en paz, lo que ocurre es que nadie llevó tu atención a esa realidad y ahora sí lo están haciendo. De hecho, estoy escribiendo estás líneas desde Georgia, país que en 2008 fue invadido por Rusia, exactamente igual que ahora Ucrania, pero de esta guerra que te hablo, seguramente no te enteraste tampoco en su día. Georgia a día de hoy sigue siendo un país ocupado en dos zonas aunque nadie lo sepa ni se haya hablado de ello.
Llevamos dos años poniendo la mirada en un virus y ahora que se empezaba a diluir para formar parte gradualmente del olvido, entra en juego una nueva distracción para nuestra alma. Sí, hoy no te vengo hablar de los conflictos, sino lo que estos suponen para tu esencia más verdadera y genuina.
Lo que ves no es la realidad absoluta, solo un pedacito de información adulterada que te muestran convenientemente y te aleja de tu esencia.
Percepción de la realidad
Los medios de desinformación no ayudan. Cada vez más noticias negativas y cada vez tratadas con menor rigurosidad. Si todo es una gran mentira ¿por qué no construir tu propia realidad y llevar tu mirada al lugar donde colaboras en la paz?
En mi libro “Minimalismo: El arte de no tener para tenerlo todo” hablo sobre los estudios realizados tras los atentados de Boston para que entiendas la magnitud de poner el foco de atención en un lugar u otro. Copio y pego aquí ese pequeño extracto de uno de los capítulos:
Para que hagamos una reflexión en torno a la carga que tiene para nosotros la información que consumimos, en 2013 la revista PNAS publicó un estudio donde comparó los niveles de estrés de dos grupos de personas.
El primer grupo estaba compuesto por personas que habían vivido de una forma directa los atentados durante la maratón de Boston. El otro grupo eran personas que no habían estado presentes durante los atentados, pero que se expusieron a más de seis horas de noticias relacionadas con dicho atentado. El resultado pudo demostrar cómo el grupo que no vivió el suceso de forma directa, pero sí estuvo sometido a un gran número de horas de información, presentaba niveles de estrés mayores de una forma significativa.
A diferencia de la exposición directa a un trauma colectivo, que puede terminar cuando la fase álgida del evento pasa, la exposición mediática mantiene activo el estrés agudo y lo revive en la mente de las personas.
El estudio concluye con que: la exposición mediática repetida puede contribuir al desarrollo de trastornos relacionados con el trauma, y prolonga o exacerba los síntomas agudos.
Por tanto, mucho más importante que la realidad, es la forma en la que la miramos. Podemos enfermar, bajar nuestra frecuencia o mantener un gran trauma solo con ver algún suceso en televisión, es más, podemos estar peor que los que viven esa realidad en primera persona.
Sé libre, conecta con tu corazón y empieza a entender que eres energía, que todo es energía. La realidad es mucho menos compleja de lo que creemos en esta tercera dimensión.
Tu energía puede transformar la realidad del planeta, para ello has de mantener la paz interior, expandir el amor que reside dentro de ti y formar parte de las personas que construyen una versión diferente y mejorada de este mundo.
Como en el ejemplo del estudio de los atentados de Boston, poner la atención en ciertos lugares equivocados hará que tu salud se desplome, tu equilibro emocional se revolucione y que tu realidad sea opuesta a tu verdadera esencia: El amor.
Puede ser difícil de creer, pero el hecho de que los seres humanos tengan la frecuencia alta hace que el planeta tenga también la frecuencia alta. Cuando el planeta está con alta energía, los conflictos son menores, tenemos un terreno muy poderoso para que ocurran cosas increíbles, una nueva evolución.
Por el contrario, cuando el planeta tiene una baja frecuencia, es cuando ocurren las guerras mundiales, los abusos de poder y todas aquellas cosas que nos avergüenzan como humanidad.
Nos fijamos en el detalle y no en lo realmente importante. Si quieres hacer algo bueno por el planeta y nuestra relación con él, eleva tu frecuencia, colabora con otras personas para que esa frecuencia colectiva suba y facilita la unificación a tu escala.
Recolectamos hoy lo que sembramos ayer
Imagina que tienes que crear una nueva plantación. Consigues un terreno que es apto para el cultivo de té, y te encargas de sembrar semillas de té en la tierra. Durante años cuidas las plantas de té y haces que crezcan sanas, ¿no crees que será muy complicado que un día despiertes y frente a ti surja un bosque de nogales? Lo normal es que veas un campo de té.
El planeta es energía y tú eres energía, por favor, eleva tu frecuencia y colabora con la frecuencia de otros: Expándete.
Recuerda una cosa siempre; si todos somos paz, no pueden producirse guerras, y si todos somos guerra, no podemos exigir la paz. Todos estamos conectados en una misma realidad.
No intentes cambiar las cosas desde el miedo, la confrontación y la rabia. Transfórmate en paz y lleva la paz a tu alrededor. Eleva tu frecuencia para que el planeta también la eleve. Al igual que en tu campo de té, si la energía esta alta, es imposible que sucedan cosas de baja frecuencia.
Si has estado en alguno de los grupos de reconstrucción haz las meditaciones y los ejercicios más que nunca. Conecta con tu súper poder y sé frecuencia alta y de amor. Conéctate con tu corazón y manda amor al mundo.
Y si no has estado en el programa Reconstrucción, mira las próximas fechas aquí y no dudes en sumarte. ¡Necesitamos que la gente mágica y bonita se conecte con ella misma!
Eres amor y compartes amor.
No gires la cabeza al odio, siente tu amor y compártelo con el mundo.
Será juntos o no será.
Estamos llegando tarde.
Nuestra energía cambia la realidad más física y tangible en este planeta tierra, sin embargo, ¿cómo estamos gestionando nuestra energía para que sucedan hechos violentos? Solo la baja energía atrae baja energía.
Es imprescindible que mantengamos nuestra energía más genuina en plena forma, sentir que somos amor y compartir ese amor con otros, que nuestra frecuencia sea tan alta que llevemos a la humanidad a otro nivel.
Todos somos responsables cada vez que sentimos miedo, inseguridad, tristeza y dejamos de creer en nuestro poder.
Lo que nos ocurre, nos ocurre a todos. Deja de mirar la energía densa y baja porque en eso te transformarás. Eleva tu frecuencia y en eso transformarás al mundo.
Ahora más que nunca debemos trazar puentes y no divisiones. Si los sucesos globales de los últimos años han hecho que sientas división entre buenos y malos, si has sentido dos bandos, caiste en la trampa.
Solo hay un bando llamado humanidad y cada vez que pierde uno perdemos todos.
Unidos o no será posible.
Gracias por leer!
