11 de abril de 2022
Aceptar el cambio para entender quienes somos
11 de abril de 2022
Noticias
¿Qué es el cambio?
Somos un conjunto de células que se renuevan una y otra vez, y esto supone que cada media hora ya no somos exactamente iguales que antes.
La totalidad de nuestras células en un plazo máximo de diez años habrán cambiado por completo, lo que supone que cada decenio somos íntegramente nuevos a nivel celular.
El universo, y el planeta que habitamos, son un reflejo de nuestra propia naturaleza, ya que nosotros somos parte de ese universo también. Asumir que estamos separados del todo es un grave error. Cada ser humano es un elemento que forma parte de la galaxia y, por tanto, seguimos sus propias reglas.
El planeta se mueve, cambia y evoluciona de forma permanente. Cada mañana, al despertar, nuestro mundo ya no es igual a como lo vimos el día anterior.
El cambio es la constante que prevalece y se mantiene inmutable en nuestra realidad
Todo es cambio
Sin embargo, aunque todo está cambiando cada segundo en todos los sentidos (dentro y fuera), para los seres humanos lo que no se mantiene nos genera inseguridad. Nos da miedo que las cosas cambien o que la incertidumbre esté presente, pero si queremos vivir acorde a las reglas del universo, debemos abrazar el cambio y la impermanencia.
Cuando hacemos un viaje a algún lugar recóndito, debemos tener en cuenta que hay que aprovecharlo como un momento único, porque al volver dentro de unos años, el lugar no será el mismo, pero tampoco nuestra forma de mirarlo y percibirlo.
La regla universal es clara; todo cambia. Sin embargo, cuando somos conscientes de esa incertidumbre nos desestabilizamos.
Heráclito de Éfeso, filósofo presocrático de la antigua Grecia, fue uno de esos pensadores que trató el tema de lo efímero y del cambio permanente. Para este autor todo fluye y nada permanece.
Nosotros como seres humanos estamos en constante evolución, nuestro punto de vista cambia y también nuestra forma de interpretar la realidad.
Nos asusta el cambio y rechazamos la incertidumbre, pero son elementos inevitables, reglas universales en las cuales nacemos. Desde que somos concebidos hasta nuestra muerte estamos modificándonos, tanto en lo que materia se refiere, como en nuestra parte más intangible y espiritual.
Por tanto, lo inamovible es una ficción que creamos para sentirnos a salvo, pero nada es más artificial que esto, ya que el movimiento forma parte de la naturaleza más personal del cosmos y por tanto de nosotros mismos.
Como seres humanos no somos más que un pedazo del universo. Somos universo.
¿Qué hacer con nuestro miedo a lo incierto?
Debemos abrazar los incierto porque es lo que somos. Lo inmutable es solo una fantasía. Hasta esa gran montaña que vemos frente a nosotros será destruida con el paso de los años, se erosionará, explotará en forma de volcán, quedará cubierta por la nieve o incluso inundada por las aguas. Solo necesita unos cuantos de millones de años para que sea otra cosa muy diferente a lo que vemos ahora.
Esto nos tiene que llevar a abrazar el presente con la mayor fuerza posible, sin titubear, porque los ojos con los que ves el mundo hoy no lo serán mañana, pero tampoco lo será la realidad que observas en estos momentos.
Lo que ahora existe, mañana no. Abraza el presente y cada detalle que la vida te regala, celébralo.
Haz una fiesta ante la incertidumbre porque ella guarda, sigilosa y silenciosamente, un lienzo en blanco con innumerables posibilidades que podrás vivir. Lo incierto por tanto no es el final sino el principio de todo.
Cuando no sabemos qué pasará, todo podrá acontecer, todo será posible.Asumir que todo va a cambiar es aceptar la vida, tu naturaleza y el entorno que habitamos.
Lo único que es cierto es que mañana será diferente y que tú y yo no existiremos tal y como lo estamos haciendo hoy.
Ante la duda celébralo, porque lo único cierto es que será irrepetible.
No es que el cambio esté presente siempre, sino que tú eres cambio.
¡cambia!
Aceptar nuestra propia naturaleza.
Aceptar nuestra verdadera esencia no es más que asumir que estamos cambiando, que nacimos cambiando y morimos cambiando, que nada prevalece en nosotros ni en nuestro entorno.
Temer el cambio es tener miedo a nosotros mismos, a nuestro planeta y al universo entero.
Asumir que hoy empieza y acaba algo irrepetible, único e imposible de recordar, porque incluso los recuerdos mutan y se desvanecen. Tu mirada no solo modifica el presente sino la forma en la que interpretas tu pasado.
Eres cambio.
Gracias por leer!
