28 de diciembre de 2021
Cómo la felicidad te puede salvar la vida: Aproximación desde la ciencia.
28 de diciembre de 2021
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La felicidad como puerta de entrada.
Hablar de felicidad suele suponer llegar a un lugar ambiguo, poco tangible y bastante subjetivo. Una especie de callejón sin salida que nadie sabe definir ni transitar, por ello, hoy quiero hacer una aproximación más científica para que veamos que la felicidad, entendida como un bienestar emocional e incluso espiritual, se puede tocar, medir y controlar.
Lo primero que me gustaría que entendamos es que no hay mayor regalo para nuestra salud global que nuestra propia felicidad. Más allá de hacer ejercicio, comer bien o suplementarnos con la última vitamina de moda, nuestra felicidad es la principal puerta entrada a unos niveles óptimos de salud.
Si eres feliz, las células de tu cuerpo quieren que sigas viviendo esta experiencia, porque tu organismo te premia al estar feliz. Es como si tu alma hubiera sido diseñada estratégicamente para que vivas una vida plena, y si cumples con esta misión se te proporciona todo lo que necesitas para que sigas viviendo con salud.
¿No será acaso la salud un regalo para confirmar que lo estamos haciendo bien? Una confirmación más de que hemos venido a hacernos bien a nosotros mismos y a otros.
El cortisol y su camino
Se trata de una hormona esteroidea producida por la glándula suprarrenal. Se libera en momentos de estrés.
Lo conocerás en la literatura científica divulgativa como “la hormona del estrés” y es algo que estará en tu sangre haciendo de las suyas cuando estamos en una situación difícil.
Imagina que tienes estrés en el trabajo (algo bastante habitual), tienes gran carga familiar, no estás en calma con el dinero para llegar a final de mes o tienes algún tipo de problema que te está generando preocupación. En este caso, tu cortisol estará alto. Y no es algo súper extraño y puntual, nos hemos habituado a vivir con estrés en nuestro día a día.
Si tus niveles de cortisol son elevados, tu cuerpo manejará mal todo lo que comes, de forma que será muy complicado controlar tu peso, niveles de energía y tener una correcta absorción de nutrientes claves para ti y para tu salud.
El cortisol regula los niveles de inflamación, la presión sanguínea, los niveles de glucosa en sangre, los ciclos del sueño, equilibra los líquidos en el cuerpo y contribuye a la memoria y concentración.
Tiene relación directa con tu sistema inmune, por lo que tu escudo ante cualquier enfermedad se verá comprometido. Sí, en estos momentos donde el sistema inmune es la palabra más recurrente, nadie te habrá recordado que estés bien y seas feliz. Pero más allá de todo lo que estés haciendo para mantener tu salud, por favor preocúpate de estar feliz, de estar en paz.
Podríamos hablar de infartos, problemas crónicos de corazón, declive mental, falta de memoria, riesgo de diabetes, infertilidad, problemas dermatológicos como herpes o psoriasis, fatiga crónica, problemas de tiroides, demencia, depresión y un larguísimo etcétera que haría de este párrafo algo interminable.
No es una invención budista, el cortisol se puede medir con un análisis de sangre, y tenerlo alterado puede acabar con tu salud y con tu vida. Está más que demostrado por numerosos estudios que altos niveles de estrés liberan cortisol en sangre, y del mismo modo, sabemos qué consecuencias tiene esto para la salud.
Sé que le damos poca importancia, que nos hemos acostumbrado a ir corriendo por la vida, a no escucharnos, a que nos falte tiempo y creer que podemos con todo, pero lo cierto es que, si no mantenemos nuestra paz interior, tendremos la peor de las penalizaciones; ausencia de salud, sufrimiento e incluso la muerte.
¿Vas a seguir manteniendo niveles de estrés altos? ¿Sigues creyendo que es normal y que merece la pena?
La oxitocina, la otra cara
Si ya hemos presentado al enemigo, conviene saber como funciona la Súper heroína principal de esta producción de Hollywood llamada Felicidad.
La oxitocina es una hormona con funciones neuromoduladoras del sistema nervioso central: Comportamientos sociales, sentimentales, patrones sexuales y de conducta parental. Está presente cuando experimentamos sensaciones altamente agradables.
Esta hormona tan simpática, está involucrada en relaciones de confianza y generosidad entre personas.
Si hablábamos del cortisol como la hormona del estrés, la oxitocina es conocida como la hormona del amor. En el sentido más amplio y universal de la palabra.
La oxitocita tiene la capacidad de ayudar a nuestra regeneración y a fortalecer nuestro sistema inmune, justo lo contrario a lo que hacía el cortisol.
Interviene en la memoria social, emparejamiento, lazos maternales, aumento de la confianza, desarrollo cerebral, empatía, disminución de la fobia social, aprendizaje y memoria.
Los niveles bajos de oxitocina están relacionados con la fobia social, el autismo, dificultad para mantener relaciones sociales y agresividad.
Esta hormona-neurotransmisor, está siendo estudiada como una posible aliada anti-cáncer por disminuir las células tumorales. También disminuye la tensión arterial, la tensión muscular, mejora la cicatrización de heridas y aumenta el umbral del dolor.
Importante destacar que mejora la absorción de nutrientes e inhibe la liberación de cortisol.
Una aliada perfecta para nuestra salud que debemos asegurar que siempre esté presente
Dos enemigos que nunca están en la misma sala…
Como vemos, tener bajos niveles de cortisol y altos niveles de oxitocina mejorará radicalmente nuestra salud en diversos niveles.
Son dos sustancias que no pueden convivir juntas porque no se soportan, al cortisol le encanta la tristeza, la ansiedad, la depresión y el estrés. La oxitocina por su parte se vuelve loca con la alegría, con la tranquilidad, el sexo y las risas entre amigos. Se siente plena en los procesos de enamoramiento.
La solución está más que clara. Entonces, ¿Cómo podemos hacer para incrementar la oxitcina y reducir el cortisol?
Elimina los niveles altos de estrés. No permitas que se mantengan a lo largo del tiempo. Respétate mucho, y cuando esto se produzca ponle freno.
Intenta alejarte de emociones que generen en ti ansiedad, enfado o ira en exceso.
Respira de forma consciente y pausada. Medita aunque solo sea un par de minutos al día.
Abraza a las personas de verdad, siéntelas, aprieta y cierra los ojos.
Sé amable, la oxitocina se lleva maravillosamente bien con la gente que abre la puerta a un vecino, que sonríe y que da las gracias. ¡Deséales un buen día a todos!
Mantén relaciones sexuales óptimas. En soledad y/o en compañía los orgasmos te podrían salvar la vida.
Haz un repaso de aquellas cosas que te hacen feliz y pon foco en ellas, puede ser un paseo, una puesta de sol o un té caliente en tu sofá. Si sientes bienestar repítelo mucho.
Siente amor, empatía y cariño por otras personas y también sé amable con los animales, cuidalos.
Elimina el miedo irracional de tu vida. Pon foco e invierte tiempo en que los miedos desaparezcan.
La felicidad nos salva
No menosprecies tu poder. Podríamos decir que el secreto está en los alimentos, en el tipo de ejercicio o tener una buena base de vitaminas, y sí, seguramente sea cierto, pero tu felicidad, esa sensación de estar en paz y calma es el mejor antídoto de vida. Nada de lo que hagas por tu salud se podría comparar a mantener tus niveles de felicidad altos.
Ser felices no es opcional, estar en calma y sentir paz interior es nuestro estado natural. No podemos ni debemos estar en permanente estado de estrés porque es nuestro principal enemigo, la criptonita de nuestra salud. Recuerda que en momento de estrés es el cortisol el que estará recorriendo tu cuerpo haciendo de las suyas. ¡No le dejes salir así como así!
Está en tu campo de acción. Solo ser una persona amable y amorosa puede reportar en ti una salud privilegiada.
Hazte la siguiente pregunta: ¿Estoy realmente poniendo todo de mi parte con pensamientos y acciones para ser feliz?, ¿qué haré a partir de hoy mismo?
Por favor, por tu oxitocina y por ti; sé muy feliz
Gracias por leer!
